Una Navidad diferente en la que la arena se convierte en nieve, los colores cambian y las texturas se transforman. Una nueva forma de ver y sentir una época.
Se trató de colaborar en un reportaje en el que los pequeños elementos serían quienes nos recordarían a la Navidad que acostumbramos.
La nieve, ya no sería nieve. El fuego de la chimenea se percibía entre colores vivos y muy alejados de la realidad navideña.
Todo tenía su porqué y simulaba escenas, rincones y vivencias, pero esta vez, de forma diferente.
La Navidad en la playa, en Portugal y rodeados de arrozales permitió recrear un ambiente único, nostálgico y cargado de belleza donde, piezas únicas adquirían todavía mayor importancia en un entorno inmejorable.